FICHA DEL FESTEJO. Sábado 25 de agosto de 2012. Plaza de toros de Tarazona de La Mancha (Albacete). Con un tercio de entrada en tarde muy agradable se lidiaron 6 toros de Caridad Cobaleda Galache, desiguales de presentación (algunos demasiado terciados y anovillados), flojos o muy flojos (algunos rayando en la invalidez), bajos de casta y nobles, potables en general salvo el complicado y descastado 6º.
Álvaro Montes: saludos desde el tercio y saludos desde el tercio tras aviso
Juan Luis Rodríguez: oreja tras aviso y oreja tras aviso
Sergio Serrano: oreja tras aviso y dos orejas tras aviso
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Cuando estaba a punto de morir el sexto de la tarde, los titulares estaban claros: enorme actitud de Sergio Serrano, un torero que se empeñó en extraer con sacacorchos las renuentes embestidas del de Caridad Cobaleda, complicado. A cara de perro y con una firmeza digna de encomio, el torero de Albacete apostaba de veras. Quizás sea la única manera de llegar a ser alguien en esto, quizás jamás se deba coger la calle de en medio. Con su primero, Serrano hizo una faena compensada e igualmente seria a su oponente, sacando buenos pases por el pitón derecho. Gran actitud también. El sexto toro fue un buen entrenamiento para la gesta de la corrida de Adolfo que, visto lo visto, afrontará con garantías de éxito.
Juan Luis Rodríguez no tuvo su mejor tarde. Cierto es que apenas torea pero el también albaceteño anduvo sin confiarse, siempre desde fuera y para fuera. Lo mejor que hizo fue sostener las endebles embestidas de sus oponentes, que al final acabaron por no caerse y mostrarse potables para el aseo general. Sin más. De la corrida también se esperaba mucho más, por presentación y juego. Muchos fuimos a ver a los míticos “patasblancas” y al final vimos una corridita floja y sosona con excepciones. Hubo alguno complicado como el citado sexto, algún otro bueno como el cuarto. Manejables, no obstante.
Abrió cartel Álvaro Montes, torero de a caballo que demostró su clásica doma y escuela. En su primer toro no pasó de correcto, sin estridencias, y quizás logró más altas cotas de toreo con su segundo, con el que tuvo que echar pie a tierra tras no verlo claro en el rejón de muerte. Con ese segundo hubo buenos momentos, con un toro que fue bueno para el toreo a caballo. Su primero también fue boyante y quizás debió hacer algo más. Un buen lote para el rejoneador que animó el cotarro aunque lo mejor se hizo con la muleta, y salió de las manos de un centradísimo Serrano que ha dado su enésimo toque de atención.