De manos de Antonio García, presidente de la peña taurina «El Burladero» de Tobarra
El ganador de la IV edición de Puerta Grande, Sergio Serrano, recibió el pasado viernes el trofeo ‘Monumento al tambor’, de manos de Antonio García, presidente de la peña taurina ‘El Burladero’ de Tobarra, y ante un centenar de personas, entre otras el alcalde, David Díez; la concejala de Cultura, Carolina Honrubia; el presidente de la Unión Musical Santa Cecilia, Jesús Claramonte; y el presidente de la Plaza de Toros, Ismael Tárraga.
El acto, que se realizó como en ediciones anteriores en el Mesón Martínez, fue presentado por Conce González, que dio la palabra al mantenedor, Antonio Carrascosa, que habló del joven novillero, de quien dijo que trasmitía ilusión a los buenos aficionados, y recordó que quien primero le habló de él, fue el director de la banda de música de Pozohondo, Manuel García, «cuando todavía no se había vestido de luces», y ya le dijo: «Sergio Serrano, que no se te olvide este nombre».
El triunfador de ‘Puerta Grande’, que recibió el trofeo de manos de Antonio García, presidente de la peña ‘El Burladero’, agradeció el reconocimiento y dijo sentirse emocionado por el trato recibido en Tobarra, que era un municipio con una plaza de toros «de referencia para todos los toreros, porque podemos alargar las temporadas», y tras agradecer el esfuerzo y apoyo de su familia, reconoció que la temporada había sido difícil, pese a su triunfo en el certamen taurino de la televisión de Castilla-La Mancha, y que espera que la próxima, sea una temporada «muy importante en su carrera». Sergio Serrano, también recibió el libro de la Semana Santa de Tobarra, de manos de Juan Ortiz Coloma, en representación de la asociación de Cofradías.
La peña ‘El Burladero’ quedó constituida en el mes de febrero de 2004, «con motivo de la celebración en Tobarra del certamen ‘Puerta Grande’, para tratar de animar a las jóvenes promesas del toreo que cortaran dos orejas, distinguiéndolas con un pañuelo rojo». El pasado año recibió el trofeo Abraham Barragán, y en la primera edición, en 2004, el novillero Andrés González.
Sergio Serrano. Antonio Carrascosa dijo que Sergio Serrano, nacido en el barrio de los Franciscanos de Albacete, en 1985, logró gran repercusión en el planeta taurino en 2005, «sobre todo por su presentación en Las Ventas, en la feria de San Isidro, en donde toreó junto a Ambel Posada y Álvaro Justo, el 30 de mayo y, aunque no cortó ninguna oreja, estuvo muy bien; y sobre todo, demostró algo que se le ve enseguida si lo tiene o no un novillero: ganas de ser figura. Ante un público sabio, como es el de Madrid, la primera plaza del mundo, Sergio dejó un muy buen sabor de boca. Siguieron bastantes triunfos ese año, en plazas tan importantes como las de Bilbao, Zaragoza y Valladolid, y sobre todo en Santander, en donde fue el triunfador de la feria.
De este año, Carrascosa dijo que desde que ganó en ‘Puerta Grande’ en Tobarra, ha visitado cosos importantes, «pero ha sido un año donde ha tenido muy mala suerte con los lotes, y la espada le ha privado de triunfos más que sonados. Ciertamente no ha sido un año triunfal, pero el mismo Sergio reconoce que le ha ayudado mucho a madurar». El mantenedor considera que «el toreo es una experiencia artística y como tal tenemos que situarnos los aficionados. Sergio está dentro de esa manera de entender el toreo, por eso está en la nómina de nuestras ilusiones y de nuestras esperanzas, porque la fiesta necesita mucho empuje, no necesita huracanes ni torbellinos, sino de gente que entienda el toreo como Sergio Serrano: el toreo puro, sin estridencias, el toreo de valor, que no es lo mismo que temerario, el toreo con mucha técnica, que no significa frialdad, sino hacer las cosas bien hechas y sin prisas. El toreo del que gusta a todos, y no porque intente ser del gusto de todos».